El ser humano, ha utilizado la escritura como recurso emocional desde tiempos inmemorables, la expresión escrita permite ordenar nuestros hechos y dar sentido a la realidad en la que vivimos, sin embargo, aún sigue siendo un área desconocida para algunos.

¿Cómo empezar?

Empezar a escribir no requiere de mucho, además de los materiales convencionales como lápiz y papel; se trata de sentarnos dispuestos a ser honestos con nosotros mismos y nuestro relato, si bien la escritura libre puede ser reveladora, buscar un tema en el cual enfocarse suele ser más sencillo al inicio.

¿Sobre qué debo escribir?

Para buscar algún tema puedes mirar a tu alrededor, pensar en el mundo que te rodea, seleccionar algún objeto que sea parte de tu historia, una persona, una relación sobre la que sientas que quieres hablar o simplemente contar tu día. Enfocarte en una emoción que quieras explorar, puede ayudarte a definir el tono de tu relato.

También puede ser útil crear una línea de tiempo, en ella puedes incluir momentos significativos de tu vida, narrando uno en particular o estructurándolos de manera cronológica, la memoria tiende ser una buena compañera, pero recuerda que también es válido escribir de a través de metáforas o comparaciones.

¿Por qué ayuda a sentirte bien?

Escribir es una forma de expresión muy efectiva, que nos ayuda a liberar tensión emocional acumulada, aunque creamos que no podremos explicar lo que nos ocurre con palabras, no todo tiene que tener un sentido; esta herramienta nos permite una mejor comprensión de nosotros mismos y lo que nos ocurre, o simplemente un desahogo.

¿Cómo mejorar?

Abandona la idea de hacer los ejercicios de escritura de manera perfecta, si no conoces las reglas o no sabes aplicar recursos literarios con tanta facilidad, no le des mucha importancia, la escritura se puede mejorar a través de la práctica. También, leer frecuentemente puede ayudarte a conocer más técnicas y corregir errores para próximos escritos.

¿Lo debo compartir?

Es tu decisión, dependerá de si te sientes cómodo con que otros conozcan más sobre ti, si crees que alguien puede identificarse con lo que escribes o si prefieres que sea una actividad en solitario.

Haz que se adapte a ti.

La mejor forma de incorporar la escritura a tu vida es enfocarte en lo que tú quieres y necesitas. Si crees que es más cómodo adquirir el hábito de hacerlo todos los días, busca una hora fija para que sea parte de tu rutina. Si, por el contrario, quieres escribir solo cuando sientas que debes hacerlo, también es válido utilizar esta herramienta como desahogo. Si estas pasando por algún proceso puede ser una forma de documentar algo que te está ocurriendo. 

La escritura puede ser terapéutica, tendrá el poder en tu vida que tú le asignes, no te limites, si crees que es un recurso que pueda ayudarte, busca más información al respecto, en próximas entradas estaré proponiendo más ejercicios de escritura.

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